Al fin descansas amiga mía.
Casi catorce años hace que llegaste a mi vida y desde ese momento cambió todo lo que pensaba en lo referente a los animales y más concretamente a los perros.
Como sabes me dabais miedo, no me preguntes por qué, pero hasta un caniche suelto me hacía cambiar de acera. Pero Elena quería un perro y tras hablar con Mónica (educadora canina como sabes), me dijo que si queríamos un perro grande pero a mí me daban miedo, que cogiéramos un Labrador.
La primera vez que te vi tenías apenas una semana y cabías en la palma de mi mano. Con mes y medio viniste a casa y desde el primer día me demostraste lo que es dar amor desinteresadamente. Soy depresivo, lo sabes, y nadie mejor que tú detectaba cuando estaba de bajón. Te sentabas a mirarme y como no te decía nada me dabas con tu pata. Yo te decía que no me apetecía jugar pero tú, tranquilamente me volvías a dar con la pata, así una y mil veces, hasta que conseguías hacerme reír y nos poníamos a jugar, siempre lo conseguías.
Tras unos días en los que a V le daba miedo entrar en la piscina, con un poco de ayuda hemos conseguido que entre por las escaleras. Una vcez dentro, como buen Labrador, no hay forma de que salga.
Además, como algunos sabéis, V es puro nervio, y lo demuestra con la velocidad a la que nada.
En relación al caso de la perra abatida por la policía en Toledo hace unos días, lo primero que queremos aclarar es que la pobre perra no era una pitbull como se dijo en los medios (seguramente de forma malintencionada debido al “acoso” que sufre esta raza), sino que era una perra mestiza de galgo y labrador.
También hay que destacar como los medios califican a un animal ENFERMO, como pitbull rabioso, lo que hace que el rechazo hacia los perros en general, y hacia los pitbull en particular, sea más fuerte.
La perra había pasado 4 meses en Marruecos, donde contrajo la rabia. La dejaron llegar a pesar del que poco tiempo que llevaba vacunada y sabiendo que para que la vacuna sea efectiva, los perros deben ser vacunados al menos 3 meses antes del viaje. Volvió a España cuatro meses después siendo ya portadora de la enfermedad.
Amelia nos envía unas fotografías de Lucas, un Labrador Retriever de 5 años al que le encanta posar. Lo dice Amelia, y solamente hay que ver las fotos para darse cuenta.
En una de las fotos está junto a otros perros que acompañaron a Amelia. Chato, un precioso Pachón navarro, y Simón, cruce de Husky con Pastor Alemán. “Nunca los olvidaré” nos dice Amelia.
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